¿Alguna vez has pensado en cómo transformar tu jardín en un oasis de aromas y sabores? Si te encanta la jardinería y te gusta experimentar con nuevas hierbas y plantas, la lavanda es una opción maravillosa. No solo es hermosa y fragante, sino que también hay tipos de lavanda comestibles que puedes cultivar en tu propio espacio verde. En este artículo, te llevaré en un viaje a través de las diferentes variedades de lavanda que puedes cultivar, cómo cuidarlas y, por supuesto, cómo aprovecharlas en tu cocina. ¡Así que, vamos a sumergirnos!
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ToggleVariedades de Lavanda Comestible para Cultivar en tu Jardín

Cuando se trata de lavanda, no todas las variedades son iguales. Algunas son simplemente más adecuadas para el consumo que otras. Aquí te presento las más conocidas.
Lavanda Inglesa (Lavandula angustifolia)

La lavanda inglesa es probablemente la variedad más popular y reconocible. Su aroma es intenso y dulce, lo que la convierte en un ingrediente perfecto para diversas recetas. Es conocida por sus propiedades aromáticas y medicinales.
Una de las características más destacadas de la lavanda inglesa es su resistencia al frío. Es ideal para climas más frescos, lo que la hace perfecta si vives en una región con inviernos duros. Al cultivarla, asegúrate de que tenga un buen drenaje y sol directo para obtener los mejores resultados.
Cuando se trata de su uso en la cocina, la lavanda inglesa es increíblemente versátil. Puedes usarla para hacer infusiones, añadirla a postres o incluso mezclarla en platos salados. ¡Imagina un pollo al horno con un toque de lavanda! No hay duda de que esta variedad se convertirá en un favorito en tu jardín y en tu mesa.
Lavandín (Lavandula x intermedia)

Otra opción fantástica es el lavandín, una variedad híbrida que resulta de la mezcla de la lavanda inglesa con la lavanda francesa. Esta planta no solo es hermosa, sino que también produce una mayor cantidad de aceite esencial, lo que la hace muy apreciada en la industria de la perfumería.
El lavandín tiene un sabor más fuerte y algo más terroso en comparación con la lavanda inglesa, lo que lo convierte en una excelente elección para aquellos que buscan un perfil de sabor más robusto. Al igual que la lavanda inglesa, el lavandín prefiere un clima soleado y bien drenado.
Los usos culinarios del lavandín son amplios. Su sabor intenso se puede utilizar para realzar la esencia de mermeladas, helados y bebidas. También puedes usarlo en la preparación de jarabes para cócteles. ¿Te imaginas disfrutando de un delicioso cóctel de lavandín en una calurosa tarde de verano?
Guía Práctica para Cultivar Lavanda Comestible en Casa
Ahora que conoces las variedades que puedes cultivar, es momento de hablar sobre cómo hacerlo. Cultivar lavanda no es complicado, pero hay algunos aspectos que deberías considerar para asegurarte de que tus plantas florezcan y prosperen.
Primero, elige el lugar adecuado en tu jardín. La lavanda ama el sol, así que busca un sitio donde reciba al menos seis horas de luz directa al día. El suelo debe ser bien drenado; si es demasiado húmedo, las raíces pueden pudrirse.
La siembra puede hacerse a partir de semillas o plántulas. Si decides sembrar semillas, empieza en interior y trasplanta cuando las plantas tengan un tamaño adecuado. Si optas por plántulas, asegúrate de espaciar adecuadamente las plantas, ya que crecerán bastante y necesitarán espacio para desarrollarse.
El riego es otro aspecto clave. La lavanda no requiere mucho agua, así que riégala moderadamente. Es mejor que el suelo se seque un poco entre riegos. También puedes aplicar un poco de fertilizante bajo en nitrógeno una vez al año para ayudar a que tus plantas crezcan fuertes y saludables.
Recuerda que la poda es esencial. A finales de invierno o principios de primavera, puedes recortar tus plantas para fomentar un crecimiento más denso y saludable. Esto también ayudará a que la planta mantenga su forma y se vea más atractiva.
Delicias Culinarias: Usos Comestibles de la Lavanda
Una de las mejores partes de cultivar lavanda es disfrutar de sus usos en la cocina. La lavanda no solo es un hermoso complemento para tu jardín, sino que también puede añadir sabores únicos a tus platos.
El uso más común de la lavanda en la cocina es en postres. Puedes añadir flores secas a galletas, pasteles y helados para darles un sabor floral delicioso. También es excelente para hacer jarabes que puedes usar en cócteles o en bebidas no alcohólicas.
La lavanda se puede incorporar en platos salados. Su sabor puede complementar carnes, especialmente el pollo y el cordero. Imagínate un corazón de cordero asado, marinado con un toque de lavanda y hierbas. ¡Es simplemente divino!
También puedes experimentar con la lavanda en infusiones. Un té de lavanda caliente puede ser una excelente manera de relajarte después de un largo día. Solo hay que añadir unas pocas flores secas a agua caliente y dejar reposar. El resultado es una bebida aromática y reconfortante.
Receta Sencilla: Cómo Preparar Lavanda para Añadirla a tus Platos y Bebidas
Ahora que conoces algunas de las maravillas culinarias que puedes hacer con lavanda, hablemos de cómo prepararla. La buena noticia es que no es complicado. Aquí tienes un sencillo paso a paso para que tus flores de lavanda estén listas para ser usadas:
1. Cosecha: Cuando las flores de lavanda estén en plena floración, es el momento perfecto para cosecharlas. Corta los tallos con cuidado, preferiblemente a primera hora de la mañana cuando el rocío aún está presente.
2. Secado: Una vez cosechadas, cuelga los tallos boca abajo en un lugar fresco y oscuro para que se sequen. Esto puede tardar de una a dos semanas. Asegúrate de que haya buena circulación de aire para evitar el moho.
3. Almacenamiento: Una vez secas, puedes deshojar las flores y almacenarlas en un frasco hermético. Esto conservará su frescura y aroma por más tiempo.
4. Usos: Ya sea que las uses enteras para decorar o las muelas para añadir a tus recetas, ¡las posibilidades son infinitas! Añade una cucharadita de flores secas a tu masa de galletas o espolvorea sobre un filete de salmón antes de cocinarlo. Las combinaciones son simplemente deliciosas.
Si alguna vez te has preguntado cómo añadir un toque especial a tus comidas, la lavanda es una respuesta perfecta. No solo aporta un sabor único, sino que también puede hacer que tus platos luzcan más elegantes y sofisticados.
Así que, ¿qué estás esperando? Es hora de que te aventures en el mundo de la lavanda comestible. Con un poco de amor y cuidado, podrás disfrutar de todas las maravillas que esta planta tiene para ofrecer, tanto en tu jardín como en tu cocina. ¡Feliz cultivo!